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¿Alguna vez te has dicho voy a colgar los guantes?

Has luchado y batallado por solventar un problema familiar , laboral o de salud.  Has luchado tanto por vencer tus temores, angustias, depresiones  o sufrimientos. Has luchado para salvar tu matrimonio, tu noviazgo, por salvar a un hijo o una hija de las garras de las calles. Has luchado tanto que estas tan exhausto y te has encontrado sin respuesta y has dicho no puedo más hoy voy a colgar los guantes.  Yo lo he hecho.

Espero que esta historia la  cual se encuentra en la Biblia libro de Lucas 8: 43-48, te sea de gran bendición.

«Esta es la historia de una mujer que sufrió por 12 años de flujo de sangre, que había gastado todo en médicos, todo cuanto tenía y por ninguno había podido ser curada.  Entonces escuchó que Jesús estaba en su ciudad y se acercó por detrás y pensó si solo toco el borde de su manto seré sana.  Esta mujer en un acto de Fe logró tocar el borde del manto de Jesús y el flujo de sangre se detuvo y esta mujer fue sanada».

¿Te parece conocida o familiar esta historia?   Pensemos cuantas veces hemos gastado todas nuestras energías, gastado nuestro dinero tratando de resolver nuestros problemas.  Hemos derramado todas nuestras lagrimas preguntándonos ¿por que a mi?, hemos pasado años de sufrimientos y angustias hasta llegar al punto de decir no puedo más y hemos tomado la decisión más erradas de nuestras vidas y es la de colgar los guantes.

En este momento te digo No cuelgues los guantes. Empieza por buscar la solución en quien tiene el control de todas las cosas, empieza por Dios, Él es nuestro refugio y fortaleza en todo momento, Él es quien tiene todo poder para obrar en nuestra vida, Él es el creador de todas las cosas.

Dios te ama con amor eterno y desea lo mejor para tu vida, hoy te digo empieza por Él.

Créeme se que no es fácil lo he vivido y padecido en carne propia,  se que existen momentos en donde orar o buscar de Dios cuesta horrores, momentos en donde la salida más lógica según nuestro entender es el de renunciar a todo o hacernos de la vista gorda y sufrir en silencio u ocultarnos en apariencias.

Pero Dios te dice:  No  renuncies.  Pon todas tus preocupaciones y ansiedades delante de mí, porque Yo tengo cuidado de ti.

4 comentarios

  1. My friend, con lagrimas en los ojos tengo que decir que me gusto muchísimo! Llego a mi justo en el momento que lo necesitaba. Thank you, thank you, thank you!

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