tranformacion del mundo 2

Hace algunos días leí esta pregunta en un documental, la cual me permito compartir con todos ustedes. ¿Qué pasa si tu vida está llena de dolor y de lágrimas, de momentos muy difíciles?, pero que al final ese dolor te ha permitido aportar para salvar la vida de alguien más, o de aportar a la transformación de una sociedad. ¿Habrá valido la pena todo ese dolor?

Es una muy buena pregunta, y personalmente diría que sí. Tomando en cuenta que para realizar cambios sustanciales en la sociedad, o en la vida de alguien más, debemos estar dispuestos a dar más de nosotros mismos.

Aquellas personas que desean vivir de una manera que impacte, apuntan a enriquecer la vida de los demás, comprenden que el valor está en las vidas que logran alcanzar. Deciden ser felices a pesar de cualquier situación.  Han entendido que para lograr esto,  deben explorar nuevas formas de ser.

Hace algunos días compartí con mi equipo de trabajo una idea tomada de una película.  Les dije quiero que piensen en lo siguiente, ¿Cómo pueden aportar con la transformación del mundo, para que lo harían, y qué pasos tomarán para hacer esas ideas realidad?

Con sus respuestas, observe que en efecto existen personas que entienden, que la forma de realizar un cambio es a través del aporte real del individuo, es dar no porque te sobre, más bien por esencia, eventualmente veras los frutos de vivir en esa plenitud. Tú puedes transformar tu relación familiar, de pareja, amistad, con tus compañeros de labores, con solo estar dispuesto.

En ocasiones pensamos que la transformación del mundo implica la realización de cosas inimaginables o la creación grandes proyectos, pero no necesariamente tiene que ser así.  La transformación del mundo inicia desde un cambio interno de conciencia, desde el propio ser de cada persona.

Cuántas veces culpamos a nuestros gobiernos de todo lo que acontece, hablamos de la delincuencia, la hambruna, el desempleo, de hogares desmembrados, la falta de valores, etc.

Sin embargo, que hemos hecho nosotros como individuos para aportar con un cambio, que hemos hecho para dejar de vernos a nosotros mismos y mirar alrededor. Seamos parte de la transformación, y no solo observadores.

La adversidad aparece para hacernos crecer, para que ya no seamos la misma persona, irá desarrollando en nosotros algo diferente, puede que no nos agrade, pero está haciendo algo en nuestro interior, que solo puede ser hecho a través de la dificultad.  Podemos optar por utilizar toda esa circunstancia para aportar en la vida de otros.  Alcanza a 1 persona.

Romanos 8:28.  Todas las cosas funcionan para bien

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