Cuantas conversaciones internas o creencias tenemos que limitan nuestras vidas. Etiquetas que nos colocamos, las cuales llegan a determinar hasta donde podemos alcanzar. Decimos que no somos muy listos, muy rápidos, inteligentes o audaces; nos aferramos tanto a estos pensamientos que empezamos a verlos como una realidad.
En ocasiones nos basamos en los eventos del pasado, en lo que antes sucedió, y no vemos el potencial, esa fortaleza interior que poseemos para lograr que lo imposible se convierta en posible. También permitimos que los juicios de otras personas, sean parte de un ancla que impide que nos movamos hacia adelante.
Recuerdo con tanta claridad todas las veces que me he etiquetado, decía que era de lento aprendizaje, ya que sentía que me costaba entender conceptos en temas específicos, comentaba que tenía que esforzarme mucho, y ese pensamiento para mí era una limitante. Mencione tantas veces la misma frase, que sin darme cuenta validaba una creencia que no era real.
Con el pasar del tiempo supe, que no había problemas si no lograba entender algunas cosas al instante, comprendí que no debía comparar mi proceso con el de ninguna otra persona. Aprendí a ver aquello que pensaba era un obstáculo, como una oportunidad de explorar lo desconocido, y de comprometerme con un nuevo aprendizaje.
Estoy convencido que nosotros colocamos los límites a nuestras vidas, y que al igual que el miedo, estos se vencen con decisión, compromiso y valentía. Tomando las acciones necesarias para empoderarnos de cualquier situación, y lograr hacer lo se encuentra en lo más profundo del corazón.
Puedes tener una vida plena y llena de satisfacciones. Permítete ver el lado positivo de toda circunstancia, y pregúntate ¿Que puedo aprender de esta situación? Relaciónate de una manera diferente con tus creencias y conversaciones internas, como un lienzo en blanco, date la oportunidad de explorar. Eventualmente lo que das recibes de vuelta, y lo que crees de la vida es lo que creas.
Te invito a que desde tu presente mires hacia el futuro, hacia esa zona de posibilidad, que te conectes con esa sensación de triunfo, que te veas con ese logro alcanzado, que vivas esa emoción de tal manera, que no puedas rechazar el ir detrás de tus sueños.
“Ten una visión clara de lo que deseas y dale valor a tu objetivo, este será la fuerza de tu motivación, en esta encontrarás nuevas herramientas y descubrirás nuevas formas de ser”.